¡Qué ilusión esta mañana! ¡600 gramos menos desde el jueves pasado!
He agradecido tanto la visita del señor 6...
Pero no hay que regodearse en lo conseguido, que es pecado de soberbia; hay que mirar al camino que empieza cada día y enfrentarlo como si del primero se tratara, con la misma ilusión.
El lunes y el martes descansé e intenté dormir algo más cada día. Pero el miércoles volví a andar. 12,7 km desde el trabajo a casa. Pensaba realizar este recorrido dos veces a la semana, pero no me cuadran los días.
Hoy jueves he ido a Pilates. He cambiado la clase porque, si voy a hacer una marcha larga todos los domingos, no creo que deba castigar mi maltrecho cuerpo al día siguiente.

No, si tiesa estoy, derechita como una vela, pero no creo que deba ponerme ahora a hacer ejercicios en casa... pasaré la aspiradora, fregaré el suelo, los platos, doblaré una lavadora, tenderé otra... bueno, algo de ejercicio sí que voy a hacer.
No cuento mucho sobre la comida que tomo, la verdad es que no hago nada especial. Otro día. Hasta mañana.