lunes, 26 de mayo de 2014

Los nervios de la carrera 26-5-14

75.8 kg

A trece días de la salida de la carrera (Dios me ayude) estoy algo más que nerviosa, estoy como si no pasara nada. No puedo entenderlo; debería tener algún gusanillo más por mi estómago, pero no. Estoy más bien preocupada, orgnizando el material, estableciendo lo que tengo que comer y beber y cada cuánto tiempo... Cosas.

Me he apuntado (ya he usado en otro post la palaba "alistado" y creo que es más correcta) a la Corricolari. Es una carrera de 100 km en 24 horas. Cada uno corre, anda o se desmaya, según sus posibilidades. Hay quien la corre en ocho o nueve horas y quien la anda en 23:55 horas.

Hoy voy a ver si me compro un cinturón para llevar un litro de agua y un gorro con teresiana. Ya los he visto y probado, así que sólo me queda pagar. Espero que no se hayan agotado porque si es así me toca de nuevo buscar alguna otra cosa que me venga bien.

Ya tengo prevista la ropa: las zapatillas, los calcetines, las camisetas y los pantalones. Todavía no sé bien qué ponerme cuando no esté el sol achicharrando. El buff por supuesto, pero sobre la chaqueta no sé bien qué hacer. De 10 a 2 de la noche no hará mucho frío, pero la "madrugá..."

Lo importante es que hablo como si fuera a andar los 100 km completos; es un buen comienzo.

Esta semana tengo un día de pesas, otro de Pilates, dos días andando 10 km y otro de rutita larga por la sierra. Ya he visto el cinco en la báscula; espero ver el cuatro, al menos al pesarme el sábado de la carrera por la mañana.

¡Qué emoción!

lunes, 19 de mayo de 2014

Volvemos a continuar 19-5-14

76.2 kg

Mes y medio desde la última vez que actualicé el blog; mes y medio desde que me atreví a escribir el peso y a contar cómo me sentía; más de treinta días durante los que han sucedido cosas y otras que ni se han asomado. Vacaciones, días de entrenamiento para la carrera, visita a la nutricionista, alegrías y alegrías menores... tristezas pocas.

De momento he vuelto más o menos al peso anterior a las barbacoas y paellas de los días en la playa. El deporte se ha instalado en mi vida de manera más seria y mi relación con la comida empieza a ser más amistosa. Tengo la sensación de no luchar contra ella, si no de verla como a una amiga que te ayuda a vivir y a conseguir las metas que te propones; en mi caso, andar 100 km el 7 de junio (cada uno con sus "cadaunadas").

Médicamente me encuentro muy satisfecha. Me enviaron los resultados del reconocimiento médico: nada de azúcar, nada de colesterol, nada de ácido úrico, nada de anemia y un electrocardiograma precioso. ¡Estoy divina!

La consulta con la nueva nutricionista me fue muy reconfortante. Me animó muchísimo y me hizo comprender que, aunque estaba comiendo bastante bien y tengo una buena actividad física, la menopausia lo complica todo. Salí de la consulta con mucha energía y con un nuevo concepto: "espacio de comida." Me ha gustado la idea y ya me ha sido útil en varias ocasiones; espero interiorizarla. Los espacios de comida son maravillosos; en ellos se come todo lo que se necesita, lentamente y variado. Cuando intenta atacarme la ansiedad bebo agua y me digo a mí misma: "espera a tu espacio de comida; cuando llegue podrás comer todo lo que necesites." Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es que estoy ilusionada.

Desde ilusiolandia: Besos a todos, en especial a los que se caen y se levantan con más brío.